Las obras de Alejandro Ospina están compuestas por un amplio cúmulo de imágenes e información provenientes del mundo digital, que son de-construidas y posteriormente articuladas en el plano pictórico, para crear una imagen aparentemente caótica pero de gran armonía. Formalmente utiliza estilos representativos de los movimientos de vanguardia, en los que la pintura fue uno de los principales elementos de exploración, haciendo de su trabajo un comentario tangible sobre los medios tradicionales de representación, su contexto de creación, el ritmo de la vida en la contemporaneidad y su incidencia en nuestra forma de percibir la imagen.