Alejandro Sánchez

Evergreen

Ensamble en madera plástico y acrilico

55 x 70 x 12 cm

2016

Alejandro Sánchez

Naufragio

Acrílico sobre tela

110 x 230 x 20 cm

2016

Alejandro Sánchez

Iceberg

Plástico resina de poliéster y grano de marmol

20 x 60 x 20 cm

2016

Alejandro Sánchez

Incrustado

Acrílico sobre madera y zinc

60 x 130 x 100 cm

2016

Evergreen
Naufragio
Iceberg
Incrustado

Artista

Alejandro-Sanchez_Retrato.jpg

Alejandro Sánchez

Alejandro Sánchez despierta curiosidad por la genial combinación de lo evidente y lo oculto de sus representaciones que demuestran que los símbolos pueden transformarse para adquirir vida propia en la medida en que son reinventados. Su obra denuncia con perspicacia los cambios sociales y económicos en los países latinoamericanos, en especial Colombia. La globalización, la democratización y el crecimiento económico desmedido de algunas naciones son las causas que, según el artista, producen alteraciones en nuestras estructuras sociales. Sánchez examina el libre comercio, las privatizaciones y las multinacionales como los factores que impulsan la evolución de estas dinámicas. Así, reflexiona a través de su producción artística sobre las consecuencias de estas dinámicas, como ocurre con el desplazamiento sociocultural y el desarraigo cultural.

Se trata de un artista que, a pesar de que la mayoría de sus obras son de carácter escultórico, considera la pintura como su lenguaje plástico por excelencia. En su obra emplea pigmentos sobre superficies de distinta índole con el fin de representar diferentes objetos, tal como ocurre con el trompe l´oeil o trampa al ojo. Así, logra redefinir la pintura y aportar nuevos significados en los que su lectura deja de ser únicamente lineal o frontal y adquiere un carácter híbrido en el que se diluye su límite con la escultura.

En la serie Some Economies, tal vez su más representativa hasta ahora, Sánchez construye símiles con tejas metálicas de casas de la periferia de las grandes ciudades que intercambia y reemplaza por nuevas. Esto supone varias paradojas: la simulación ficticia a escala real de un objeto, la frágil materialidad de estas tejas en contraposición a la contundencia de la imagen que logra y la acción que se genera para la consecución de su materia prima que puede ser leída a partir del activismo artístico y que le permite insertar su obra en el contexto social sin caer en el relato local. Estos contenedores modifican el soporte pictórico que contienen y lo impregnan con un nuevo significado. Además de ser una reflexión en torno a las dinámicas del comercio internacional y a la globalización, constituyen una crítica a la construcción de realidades personales a partir de deseos colectivos.

“Me interesa poner en contrapeso dos tipos de economías: la de los grandes comerciantes y empresarios y la de las comunidades marginales que trabajan en función de estos. Los materiales que uso para emular los contenedores son aquellos utilizados para hacer los techos de las casas en los barrios marginales, como madera y tejas. Así, establezco una asociación entre la rugosidad de la teja y la rugosidad de los contenedores.”