Espacio vital (Lebensraum)
La artista Justyna Kisielewicz, nacida en Polonia y radicada en Miami, confronta la historia del colonialismo y nuestra búsqueda colectiva de libertad en "espacios vitales", su exposición más ambiciosa hasta la fecha. Según la artista, su obra "explora la historia polaca dentro del contexto de múltiples escenarios de opresión global, incluyendo el proyecto colonial en las Américas y nuestra actual crisis climática".
Sus lienzos caleidoscópicos y atemporales abarcan distintos períodos históricos, la exuberante vegetación nativa de Florida, un panteón de animales (cada uno cargado de simbolismo) y la omnipresencia de dos figuras enmascaradas vestidas con ropa de lujo. Kisielewicz explica que en la pintura más grande de la exposición, Lebensraum, las dos figuras sobredimensionadas la transportan a su infancia, cuando devoraba libros sobre descubrimientos y viajes como Viaje al centro de la Tierra de Julio Verne o Los viajes de Gulliver. Estos libros, todos escritos por hombres, tratan sobre hombres más grandes que la vida que entran en tierras pobladas por personas pequeñas. A menudo enmarcadas como narrativas de descubrimiento, estas historias perpetúan la dinámica colonial de siempre: una cultura "civilizada" que conquista a pueblos ingenuos o "primitivos". Ella describe el proyecto colonial como "colonizadores que pisan tierras ‘vírgenes’ donde encuentran nativos y los convierten en nobles salvajes en el proceso de civilizarlos".
En su arte, Kisielewicz narra su búsqueda de autonomía mientras desafía el discurso dominante sobre el imperio y la opresión colonial. Su obra obliga al espectador a detenerse, mirar y reflexionar críticamente sobre nuestra comprensión de la historia, el consumo y el colonialismo. Explora la narrativa del "otro" mientras interroga a las fuerzas que controlan y escriben la historia global.
Las formas de violencia y desplazamiento colonial a menudo se enmarcan como eventos del pasado, pero muchos académicos las ven como un portal hacia el presente y el futuro. Los lienzos atemporales de Justyna son un ejemplo del arte como portal para comprender el pasado, el presente y el futuro. Ella se inspira en el difícil pasado de su propia familia para fundamentar su interpretación crítica de las estructuras históricas opresivas basadas en la raza, la clase, la violencia, el imperio, etc.
Tradicionalmente, la historia se escribía desde la perspectiva del colonizador. Su obra se alinea con el postcolonialismo, que critica esta escritura parcial de la historia. Kisielewicz reclama su poder como narradora de su experiencia, un tema común en el arte postcolonial. Su obra nos insta a cuestionar, desafiar y finalmente reimaginar tanto el pasado histórico como nuestra realidad presente.
El crítico cultural Homi K. Bhabha llama a esta reclamación el "derecho a narrar", un concepto que se refiere a la idea de que los grupos marginados tienen la autoridad para contar sus propias historias y rehacer sus historias. Esta reivindicación es un aspecto fundamental de la libertad, que nace al desafiar los discursos dominantes y reclamar agencia sobre nuestra narrativa histórica.
Espacio Vital o Lebensraum, título tanto de la exposición como de la obra más grande de la muestra, es un término específico de la Polonia de los años 40, cuando Hitler ordenó a sus tropas asesinar a hombres, mujeres y niños. El objetivo de este acto de violencia colonial era que el régimen nazi obtuviera el "espacio vital" que sentían con derecho a tomar. Para los alemanes, se trataba de un territorio del este de Europa que necesitaban para asegurar su expansión.
Los nazis tomaron prestada la creencia estadounidense del siglo XIX en el "Destino Manifiesto", que defendía la idea de que Estados Unidos estaba "destinado" a expandir su dominio y difundir la democracia y el capitalismo en todo el continente norteamericano. Esta ideología impulsó la expansión hacia el oeste y condujo al desplazamiento ilegal de poblaciones indígenas, de manera similar a la expansión oriental de Hitler y el aniquilamiento de los polacos.
Como se mencionó, esta expansión oriental se llama Lebensraum, o Espacio Vital. Al trasladarse a Florida y a través de sus lienzos vibrantes y saturados de color, la artista ha reclamado su propio espacio vital. A través del telón de fondo, a menudo violento, de la historia global, esta exposición nos lleva en el viaje personal de una artista hacia la libertad, un faro de esperanza en estos tiempos difíciles.
Verónica Pesantes Vallejo
Miami, 2025