Justyna Kisielewicz
Justina Kisielewicz, originaria de un país influenciado y oprimido por potencias coloniales y vecinas como Rusia, Alemania y Austria, ha creado un cuerpo de trabajo que utiliza el color y la imagen como formas de resistencia contra las restricciones del régimen comunista soviético en el que creció. En contraste con la apariencia austera y pragmática de esa época, su obra se inspira en la cultura popular universal y adopta el estilo camp, que juega con el exceso y la exageración de manera deliberada para celebrar lo extravagante, lo teatral y lo efímero.
A través de colores vibrantes, patrones llamativos y meticulosos detalles ornamentales, su trabajo se manifiesta principalmente en el tejido, el dibujo y la pintura. Estas técnicas constituyen la base sobre la cual construye un universo visual repleto de referencias conceptuales y culturales. Aunque algunas referencias pueden ser reconocibles, se transforman en algo inesperado y provocador, haciendo que su obra sea difícil de situar en un contexto específico.
Consciente del colonialismo como un drama histórico compartido que puede mutar, reproducirse y adaptarse en diferentes escenarios, Kisielewicz integra la apropiación como una característica fundamental de su trabajo. Al utilizar elementos del estilo camp, cuestiona las normas establecidas y resalta la superficialidad y el exceso de la cultura contemporánea. Su obra ofrece una experiencia visualmente estimulante que invita a una reflexión crítica sobre los temas que aborda.