
Exposición colectiva
Estamos que la Rompemos
Bogotá
25 de abril - 13 de junio, 2025
Estamos que la rompemos, más que una expresión popular usada para anunciar el inminente éxito, especialmente aquel que promete una acumulación significativa de dinero —sea por medios legales o ilegales—, es un reflejo profundo de las dinámicas subyacentes en las crisis y deseos que evoca el capitalismo contemporáneo. Esta lógica del éxito a cualquier costo, que opera bajo el horizonte de la maximización del beneficio, no es un fenómeno aislado del presente, sino que encuentra sus raíces en históricos sistemas de explotación que han dado forma a nociones y maneras de relacionarnos con la naturaleza, el bienestar, lo político, la muerte, la fiesta y la violencia.
Los artistas invitados a esta muestra presentan obras que, con descaro y lucidez, exploran escenarios vinculados a estas nociones, entendidas como consecuencias de estructuras de poder sin límites definidos. A través de metaficciones, construyen relatos sobre promesas de éxito que operan en una amalgama de delirio, ansia de riqueza y pulsión de consumo. Este ritual de victoria y fama se encarna en laboratorios de sustancias rosas señaladas como objetos del delito; en videojuegos que escenifican conquistas marcadas por sueños tóxicos y excesos; en reguetoneros dorados que bailan entre las llamas; en nombres de sustancias convertidas en marca de ciudad, en escudos de una país hecho caricatura; en motosierras flotantes con dientes de oro; en objetos político-subversivos que colisionan en escena.
¡La libertad es una orden! ¡Carajo!
Hay impactos de disparos sobre papel que funcionan como mímesis de un gesto de los barrios populares, donde aún se confunde “la bala” con la pólvora. Suspendida y casi trágica, se sostiene la cola de un helicóptero: símbolo del aparente triunfo de un sistema narco-político-económico cuya caída inminente nunca llega. Y junto a las salidas —o quizás las entradas—, un bate que dice “tranqui” custodia el umbral de una realidad consagrada a la ilusión de fortuna y fama. Todas estas escenas orbitan el universo “narco-puppy” una dimensión estética del delito donde lujo y violencia se subliman, se adornan y se convierten en mercancía simbólica.
Cargadas de disociación, sátira y etnoficción, este teatro del absurdo a punto de romperse, nos invita a digerir una crisis que, aunque se anuncia como sentencia inminente, también parece estar al borde de la conquista. Cueste lo que cueste.
Obras
Viento de Cola
Réplica a escala 1 de la cola del helicóptero del accidente de Manrique, elaborada mediante impresión 3D en PLA (filamento biodegradable a base de maíz), pieza única + 1 AP.
303 x 198 x 53 cm
2025
Objetos del Delito
Tinta, pastel de cera soluble en agua, acrílico, cinta adhesiva y pegamento sobre papel
119 x 84 cm
2025
Parasol Auto. Tooxic Dreams
Bronce crudo brillante con base pintada
76 x 140 cm
2025













