Juan Baraja

Norlandia ST_12 3/5

Fotografía sobre papel Hahnemulhe

110 x 90 cm

2014

Juan Baraja

NorlandiaST_03 3/5

Fotografía sobre papel Hahnemulhe

140 x 175 cm

2022

Juan Baraja

Norlandia ST _08 2/5

Fotografía sobre papel Hahnemulhe

60 x 75 cm

2022

Juan Baraja

Norlandia ST _14 2/5

Fotografía sobre papel Hahnemulhe

40 x 50 cm

2014

Juan Baraja

Norlandia ST_30 3/5

Fotografía sobre papel Hahnemulhe

50 x 40 cm

2014

Juan Baraja

Norlandia ST_20 2/5

Fotografía sobre papel Hahnemulhe

40 x 50 cm

2014

Juan Baraja

Catedrales ST_04 3/5

Fotografía sobre papel Hahnemulhe

125 x 125 cm

2022

Juan Baraja

Norlandia ST_122 2/5

Fotografía sobre papel Hahnemulhe

40 x 50 cm

2014

Juan Baraja

Catedrales ST_06 3/5

Fotografía sobre papel Hahnemulhe

125 x 125 cm

2022

Juan Baraja

Norlandia ST_02 3/5

Fotografía sobre papel Hahnemulhe

90 x 110 cm

2014

Juan Baraja

Experimento Banana ST_12 2/5

Fotografía sobre papel Hahnemulhe

50 x 40 cm

2014

Juan Baraja

Experimento Banana ST_14 2/5

Fotografía sobre papel Hahnemulhe

50 x 60 cm

2014

Juan Baraja

Experimento Banana ST_03 3/5

Fotografía sobre papel Hahnemulhe

156 x 125 cm

2014

Juan Baraja

Hipódromo ST_13 3/5

Fotografía sobre papel Hahnemulhe

125 x 156 cm

2014

Juan Baraja

Sert Miro ST_09 4/5

Fotografía sobre papel Hahnemulhe

50 x 40 cm

2015

Juan Baraja

Experimento Banana ST_01 4/5

Fotografía sobre papel Hahnemulhe

125 x 156 cm

2014

Juan Baraja

Hipódromo ST_16 2/5

Fotografía sobre papel Hahnemulhe

75 x 60 cm

2014

Juan Baraja

Hipódromo ST_22 2/5

Fotografía sobre papel Hahnemulhe

125 x 100 cm

2014

Juan Baraja

Sert Miro ST_14 2/5

Fotografía sobre papel Hahnemulhe

50 x 40 cm

2015

Juan Baraja

Experimento Banana ST_08

Fotografía sobre papel Hahnemulhe

110 x 142 cm

2014

Juan Baraja

Águas Livres ST_08 2/5

Fotografía sobre papel Hahnemulhe

50 x 40 cm

2022

Juan Baraja

Experimento Banana ST_07 2/5

Fotografía sobre papel Hahnemulhe

40 x 50 cm

2014

Juan Baraja

Norlandia ST_04 2/5

Fotografía sobre papel Hahnemulhe

156 x 125 cm

2022

Norlandia ST_12 3/5
NorlandiaST_03 3/5
Norlandia ST _08  2/5
Norlandia ST _14 2/5
Norlandia ST_30 3/5
Norlandia ST_20 2/5
Catedrales ST_04 3/5
Norlandia ST_122 2/5
Catedrales ST_06 3/5
Norlandia ST_02 3/5
Experimento Banana ST_12 2/5
Experimento Banana  ST_14 2/5
Experimento Banana ST_03 3/5
Hipódromo ST_13 3/5
Sert Miro ST_09 4/5
Experimento Banana ST_01 4/5
Hipódromo ST_16 2/5
Hipódromo ST_22 2/5
Sert Miro ST_14 2/5
Experimento Banana ST_08
Águas Livres ST_08 2/5
Experimento Banana ST_07 2/5
Norlandia ST_04 2/5

Artista

Juan-Baraja_Retrato.jpg

Juan Baraja

La fotografía de Juan Baraja es, en esencia, un documento subjetivo e intimista que registra estados anímicos y que se interesa en la luz como problema estético al atestiguar sus ligeras modificaciones y transformaciones cotidianas que vinculan mediante la claridad y la calma. Su trabajo se fundamenta en el deseo de comprender, que es inherente al hecho de ver, y en la construcción de una experiencia meditativa, producto de la sublimación de lo cotidiano. No le interesa lo bello entendido como lo inmediatamente gratificante, asociado a lo espectacular y a lo convencional. Su fotografía encuentra lo bello en la variedad, la pequeñez, la variación gradual de la luz, la delicadeza y la claridad del color.

La modernidad y la arquitectura son sus referentes históricos y metodológicos. Por un lado, sus retratos están realizados por con una carga emocional definida y lírica. Son respetuosos estudios del carácter de personajes a los que llega por una preparación de la toma lograda por el método de trabajo con la cámara de placa. Por otro lado, en sus fotografías arquitectónicas escoge los edificios que de alguna manera representan la utopía moderna arquitectónica, en la que predominan el diseño racional y el orden. En este sentido, tanto en sus retratos como en sus paisajes y fotografía arquitectónica, Juan Baraja cumple con el propósito de iluminar, de dar algo de verdad y conocimiento por medio de la imagen, de compartir algo “sincero, desnudo y rotundo”, como él mismo afirma. Sus composiciones se convierten en espacios metafísicos y expectantes, calmos y misteriosos, fotografías en las que la nostalgia reemplaza la historia, tal como afirma el curador Santiago Rueda.

Baraja se presenta como un artesano de la fotografía que regresa a las cámaras analógicas, con todos sus beneficios y complicaciones. Su mirada paciente y la prolongación del tiempo dedicado a cada toma van en contravía del ritmo acelerado de la imagen en la contemporaneidad, lo que evidencia un detenimiento consciente sobre las particularidades de la arquitectura y de la existencia humana que no son evidentes a cualquier ojo, pero que se presentan con una riqueza ilimitada a la espera de ser encontradas por la mirada cuidadosa de Juan Baraja.

“Había encontrado el formato perfecto, ni demasiado largo ni demasiado estático, y una herramienta que imponía un ritmo lento y preciso en la metodología de trabajo. El necesario para dedicarle a cada toma el tiempo suficiente, para ordenar y fijar el pensamiento dentro del cuadro sin reparar aun en la imagen, lo que me permite contemplar la escena con detenimiento (...) El paso a la cámara de placas, liberada de cualquier reflejo, me llevó hacia una oscuridad misteriosa, necesaria para contemplar la proyección directa de la escena sobre el cristal esmerilado, esta vez invertida lateralmente y de arriba abajo, lo que hacía más complicada la comprensión de la imagen. Esa oscuridad me aisló de cualquier estímulo a mi alrededor que no fuera la propia escena, e hizo que todos los sentidos se concentrarán en uno solo. Me convertí, de pronto, en un fotógrafo inmóvil, poco azaroso (nunca lo fui).”