Kmilo es un creador de espacios para la contemplación. Espacios, que se materializan mediante la abundancia del material y la determinación del gesto. Su obra está vinculada al mundo interior, donde la meditación hace de lo intangible una base para configurar lo palpable.

Para el desarrollo de su trabajo, sus lienzos son empapados con gruesas capas de pintura que son retiradas y manipuladas en un acto casi performático que busca conmemorar el presente, rindiendo homenaje a la determinación histórica de la humanidad de proyectar su huella hacia el infinito.

Equinoccio, título de su primera exposición individual en Galería La Cometa, reúne 4 series de su trabajo en las que la filosofía oriental entorno a la conciencia plena y la evidencia del tiempo inmerso en su creación, juegan un papel fundamental para el artista.

En su serie Paisaje Prestado Morales hace referencia a los jardines japoneses, creando espacio de contemplación que son abstracción y figuración al mismo tiempo. Al recurrir a la manera tradicional en la que estos son concebidos, se remite a la utilización del rastrillo sobre la arena para rectificar las líneas y las ondas, como una manera de ritual meditativo que resulta en una huella.

De esta reflexión han nacido series como Satori, piezas totalmente blancas, minimalista y sin contrastes, donde sólo se puede apreciar ese “rastrillado” y el tratamiento de la luz característico en su obra. Por su parte Contando Estrellas lleva al máximo la idea del proceso de trabajo, trasladando la pintura de un lado a otro con los dedos, creando así, una imagen en positivo y otra en negativo, donde el tiempo deja un rastro único y eterno.

Siete mares y una pecera, resulta de la síntesis de las series Paisaje Prestado y Contando Estrellas. En ella, mezcla herramientas como la espátula y la gestualidad de su propio cuerpo para la ejecución de su proceso creativo. En esta, explora la oscuridad del color azul y su relación con el mundo espiritual a la vez que remite a la tonalidad profunda de azul concebida y registrada por el artista francés Yves Klein.