En la progresión del arte moderno al arte contemporáneo se marcó un evidente distanciamiento entre la producción artística y el mundo de los oficios. Este distanciamiento puede estar relacionado con la transformación del concepto de belleza y el papel protagónico que venía ejerciendo dentro de la historia del arte, donde podría decirse que pasó de ser el fin primordial, para convertirse en la consecuencia de procesos relacionados con el concepto y que hicieron que dejara de ser fundamental.
Características como el tiempo de producción o la simple evidencia de la mano del artista, pasaron a un segundo plano y llegaron a ser relacionados con lo incluso artesanal, que no ha sido reconocido como arte.Algunos de los ejemplos de los movimientos más representativos de esta transformación son el arte conceptual, el minimalismo y el pop art.
En la actualidad hay un interés generalizado por volver a lo primordial, bajar la velocidad de la vida contemporánea, revisar las tradiciones de nuestros ancestros y su especial conexión con la naturaleza. Teniendo en cuenta que el arte es la manifestación primaria de su contexto, temáticas como la deforestación, la recuperación de la identidad o la producción en masa vs. la producción manual, encabezan las temáticas tratadas por los artistas, que de nuevo se están acercando a los oficios para potenciar sus razonamientos.
En Latinoamérica y puntualmente en Colombia, tenemos una tradición textil importante que ha pasado de generación en generación y que ha sido una de las herencias más importantes de nuestras culturas precolombinas. El tejido aparte de tener una relación poética con la estructura utópica de la sociedad, está relacionado con el territorio y por consiguiente con la naturaleza.
Olga de Amaral estructura su trabajo a través de excepcionales aproximaciones al tejido. En este sentido, es una cronista de múltiples tiempos y pueblos. Sus tapices, ensamblados con complejos entramados dan cuenta de un enorme dominio técnico, que por 6 décadas, han sido los textos por descifrar de una civilización, de una cultura y de una tradición.
Las obras de Amaral, han sido leídas e interpretadas en diferentes escenarios del mundo proyectando lo que hoy podemos identificar cómo una postura textil estética, que el escenario artístico ha sabido reconocer con la presencia de su trabajo en más de 40 museos alrededor del mundo. Tras 87 años de tramas y urdimbres, su trabajo reúne cualidades técnicas minuciosas que han desarrollado un submundo estético cargado de enormes significaciones espirituales, que se suman a las múltiples razones por las que sus piezas han sido imprescindibles en la producción artística latinoamericana del siglo XX.
El trabajo de Amaral enaltece la inmensa herencia que nos han dejado nuestros antepasados y por medio de su legado habla sobre lo que somos y lo que en realidad debemos atesorar.
Por: Daniela Marín Aristizábal