Ana González
Ana González es una artista que reivindica la belleza como un valor esencial, reconociendo en ella su poder talismán para la recomposición y la creación sagrada. Sus obras e intervenciones escultóricas reflejan su inquietud por comprender la naturaleza, el desplazamiento y la ausencia desde una perspectiva notablemente femenina, expresando su contenido de manera delicada a través de un proceso artístico que ilumina sus creaciones.
Entre los temas que Ana González aborda se encuentran el mutualismo y la colaboración, los cuales considera fundamentales para su método y su fuerza creativa. Aunque estos temas son de gran magnitud y complejidad, su aproximación es siempre intuitiva y personal, caracterizada por una notable delicadeza formal y un claro interés en establecer una comunicación emocional con su espectador. Su trabajo es polivalente y complejo, demostrando cómo el arte puede funcionar como un nexo entre saberes multidisciplinarios. Es un espacio donde conocimientos de diferentes épocas y geografías confluyen, creando nuevas experiencias que expanden las fronteras de lo familiar.
El carácter complejo de la obra de González se refleja en su incansable búsqueda antropológica, su interés por el conocimiento botánico, sus referencias al saber ancestral indígena y los rigurosos procedimientos artesanales que emplea. Así, nos recuerda que lo que entendemos como natural no es un ámbito exclusivo de la ciencia. Más allá de las leyes concretas establecidas por el método científico, el arte ofrece un punto de vista personal en el que todos participamos.
Ana González expresa: “Al principio pintaba y dibujaba solo por ejercer el oficio, ya que tengo facilidad para ciertas técnicas. Pero luego entendí que, a través de ellas y del oficio, podía hablar sobre temas importantes en Colombia: el desplazamiento forzado, la minería, la deforestación. Así, mi trabajo fue tomando forma. Hoy en día, creo que mi labor como artista es socializar temas que pueden ser contados de manera muy poética. A veces, las palabras no son suficientes; la parte periodística —que es importante—, no alcanza. En ocasiones, una imagen puede decir mucho más. Una obra puede expresar mucho más. Por lo tanto, creo en el poder transformador del arte en ese sentido.”