Fernando Pinto La vida de la piedra
3 de septiembre 2025
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El escultor colombiano convierte la piedra en un lenguaje vivo que enlaza la memoria del mundo con la experiencia de la contemplación.
Entre la materia y la forma
Fernando Pinto (Bucaramanga, 1975) ha transformado la escultura en piedra en una propuesta estética y espiritual que conecta tradición y contemporaneidad. Con formación en Pietrasanta, Italia —uno de los epicentros mundiales de la talla en mármol—, ha desarrollado un lenguaje escultórico en el que las formas parecen emerger de la propia materia. Sus piezas de gran formato transmiten la unión entre tiempo y territorio, construyendo un puente entre el pasado y el presente en el arte.
Entre el diseño y el arte
Los inicios de Pinto se remontan a la Universidad de los Andes, donde se graduó como diseñador industrial. Sin embargo, pronto descubrió que el mármol y la piedra ofrecían un camino mucho más profundo que el diseño funcional. Su búsqueda lo llevó a Pietrasanta, enclave histórico dedicado a la escultura, donde perfeccionó su oficio. Allí consolidó una obra que combina la rigurosidad formal con una mirada sensible y crítica. Su práctica defiende el trabajo manual como un acto esencial dentro del discurso del arte contemporáneo.
Esculturas que respiran
Para Fernando Pinto, la piedra no es un material inerte, sino un organismo en diálogo constante con su entorno. Cada creación nace de un acercamiento intuitivo en el que la materia guía el proceso. Las texturas y volúmenes se convierten en extensiones de sus pensamientos y emociones, transformando la escultura en un ejercicio de conexión íntima con lo esencial. Sus obras parecen contener un pulso vital que trasciende lo visual y vibra desde lo sensorial, acercando al espectador a una experiencia contemplativa.
Proyección internacional y raíces locales
La obra de Pinto ha sido exhibida en múltiples escenarios internacionales. Sus esculturas monumentales habitan espacios públicos de Europa y Asia, donde el mármol alcanza una escala que invita a la interacción directa con el espectador. Esta presencia global, combinada con sus raíces locales, refuerza el carácter universal de su propuesta artística y lo posiciona como una de las voces más sólidas de la escultura contemporánea en Colombia.
La naturaleza como inspiración
Uno de los ejes recurrentes en su producción es la observación de la naturaleza y sus fenómenos. La semilla de acacia amarilla del Amazonas, con su forma en espiral, ha inspirado varias de sus esculturas. Pinto interpreta esa espiral como un símbolo de continuidad, vínculo y vida. En ella encuentra la metáfora de la existencia misma: el entrelazamiento entre pasado, presente y futuro. Bajo esa mirada, sus obras invitan a contemplar lo natural con asombro, respeto y un profundo sentido de lo sagrado.
La permanencia de lo esencial
El legado de Fernando Pinto reside en su capacidad de reinterpretar la tradición escultórica desde una sensibilidad actual, sin perder la fuerza primigenia de la piedra. Cada pieza es un testimonio de la memoria de la tierra y de la capacidad humana para dialogar con ella. Su obra propone una reconexión con lo elemental, recordándonos que la piedra guarda en sí misma espíritu ancestral, energía y humanidad.