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9 de noviembre 2024

Este año Artissima celebra su 31º aniversario. Aunque la feria ha crecido en popularidad y precio, sigue siendo un lugar donde encontrar obras conmovedoramente creativas, extrañas y ocasionalmente sardónicas. Artissima es sin duda un lugar donde ponerse al día de los últimos acontecimientos del mundo del arte. En ella se reúnen bajo un mismo techo multitud de amantes del arte con expositores, comisarios, artistas y coleccionistas para encontrarse cara a cara con obras de arte de todos los sectores y todos los niveles del mercado. Muchos informes destacan los aspectos «dignos de mención» de la feria, como el rendimiento de las ventas, el número de asistentes, las iniciativas de patrocinio y el elaborado diseño de los programas de Artissima, todos ellos con resultados impresionantes. Sin embargo, había algo más que ver entre las líneas que separaban los stands de arte.

 

Para muchos, la feria es también un mercado en el que las transacciones reflejan el declive del mercado. Sin embargo, lo que a otros les llama la atención son los reveladores cambios en el mercado mundial del arte y cómo se traducen en un abanico de las obras contemporáneas más apasionantes que se están creando. Consideraciones económicas, aspectos culturales o simplemente cuestiones de logística han empujado a las galerías mundiales a experimentar cada vez más con la presentación de sus obras en Europa. Esto se hace eco de un cauto optimismo alimentado por una sinergia entre artistas emergentes y galerías y coleccionistas internacionales. 

 

Entre los cerca de 200 expositores de Artissima había una nueva ola de galerías jóvenes, muchas de las cuales presentaban sus programas desde una perspectiva internacional. La feria fue una exploración de las identidades occidentales y no occidentales de Norteamérica, Latinoamérica, Asia y África, atendiendo a diferentes regiones y gustos. A continuación, un breve repaso a los stands y propuestas que consideramos más interesantes.

 

La Galería La Cometa expuso la ideología y las normas generalizadas y se asoma a una comunidad perseguida a través de las ópticas de Miguel Ángel Rojas. «Miguel Ángel empezó a documentar la escena queer en Colombia a lo largo de tres décadas», dijo Jaramillo. «Investigó muchas cosas, desde documentar encuentros homosexuales secretos en los cines de Bogotá en los años 70 hasta examinar los vínculos entre el mercado criminal de la droga, la alta sociedad y la erradicación de algunas de las tradiciones indígenas. Miguel Ángel Rojas ha sido una influencia clave en el arte contemporáneo de Colombia y América Latina, y sigue siéndolo, ya que algunos de los temas que trató siguen siendo de gran relevancia social».

 

Artissima logra un interesante equilibrio entre los precios y la variedad de galerías presentes en la feria. Recoge un amplio espectro de valores presentados desde los nombres nuevos a los más establecidos, lo que también fomenta los diálogos creativos. Y la feria ha contribuido mucho a ello gracias a sus inflexibles normas artísticas, su estricto apetito cultural y su curiosidad positiva hacia las escenas artísticas de todo el mundo.

 

Elena Mazaheri