.JPG "S.T_Lana, MDF y madera wool, mdf and wood_140x2x100 cm_2021")
Daniel Nyström
La obra del artista sueco Daniel Nyström transita constantemente entre los límites del arte contemporáneo, el diseño, la arquitectura y el textil. Lejos de ser problemático, Nyström utiliza la ambigüedad y los límites intangibles de estas disciplinas para producir un trabajo que, además de integrar una amplia variedad de audiencias y herencias, cuestiona los límites de la sociedad contemporánea.
Cuando Nyström trabaja, entra en un estado meditativo. Parte de una idea e intenta transformarla con sus manos, lo que le permite conectarse consigo mismo. Por eso no cree en el concepto del tiempo; para él, la medida del tiempo es la extensión de la obra.
Su cuerpo de trabajo, en lugar de ser definible geográfica o contextualmente, está marcado por una característica humana profundamente general: la experimentación. El uso del fuego, casi transversal en su obra, posee un componente de universalidad único. La confluencia de una enorme diversidad de materiales en sus piezas, junto con la sensibilidad de incorporar técnicas de diversas regiones y comunidades, como las técnicas colombianas de tejido con lana virgen, resulta en una obra que es simultáneamente local en su técnica y profundamente universal en su esencia.
Nyström se acerca a las comunidades, las entiende y aprende de ellas mediante la observación. Su memoria está conectada con sus manos, que aprenden rápidamente. No está interesado en copiar lo que los artesanos hacen; por el contrario, le interesa comprender cómo lo hacen y el origen de cada una de las prácticas. Este artista encontró en las tradiciones artesanales de Colombia una riqueza inesperada que ha integrado en su quehacer artístico.
“Soy consciente de que existen categorías distintas: el arte, la arquitectura, el diseño de interiores y la moda. Pero para mí, el espacio de la creatividad es uno solo, que se manifiesta a través de diferentes estructuras. Cada pieza que hago es única y es una obra de arte. Puedes adquirir uno de mis sombreros y, si no te queda, puedes colgarlo como una pieza de exhibición.”
