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15 de noviembre 2024

Escrito por África Prado

 

La alicantina Luisa Pastor inaugura este sábado su primera exposición individual en Madrid y lo hace en la galería La Cometa, donde presenta 24K. Escrituras de la diferencia, en la que plantea una reflexión poética y conceptual sobre las diferentes lecturas acerca del concepto "valor" en las obras de arte. 


Utilizando metales nobles como son el oro de 24 quilates y la plata pura de 999 en láminas, Pastor presenta un total de 18 obras de diferentes formatos donde sus piezas de orfebrería se incrustan a modo de lingotes en las páginas, en un juego que pretende deconstruir la lógica económica que subyace en los antiguos libros de contabilidad sobre los que construye sus obras.


La artista alicantina lleva años transformando planteamientos relacionados con la economía y el capitalismo a través del arte. Ahora, con esta muestra "quiero cerrar un ciclo con todo el concepto en una exposición, ya que había ido presentando obras sueltas en ARCO, en la feria de arte de Bogotá... pero nunca había reunido toda la serie en una exposición, que es mi primera individual en Madrid", apunta.


En 24K. Escrituras de la diferencia, Luisa Pastor reúne algunas de sus grandes piezas labradas alrededor del concepto de plusvalía (Plusvalía Oro 24K o Plusvalía Plata 999), en la que lleva a cabo su proceso de diálogo con los materiales y rompe las hojas de cuadernos de contabilidad, que encuentra en anticuarios, y las convierte en miles de trozos de celulosa convirtiendo los libros en arquitecturas urbanísticas a base de minúsculas cajas de papel.


Pero también introduce elementos nuevos como las balsas de oro, realizadas a partir de la balsa muisca o balsa dorada de orfebrería precolombina que se encuentra en el Museo del Oro de Bogotá, en Colombia. De estas ha confeccionado seis diferentes, "pequeñas joyas sobre un mismo tema, como las Variaciones Goldberg", indica Pastor.

 

Guiño a la adoración del material

 

Este trabajo es un guiño a los maestros del medievo que trabajaban la lámina de oro y plata, desde una doble postura: por una parte, la de (a)dorar la acción de poner oro sobre una  superficie; y, por otra parte, la de adorar como ese respeto por el material tan utilizado en los templos, con ese carácter divino. Todo ello, a través de una colección de obras hechas a base de tiempo "donde el acto de parar y contemplar ya es toda una rebeldía", como señalan desde la galería, en la que se puede ver la muestra hasta el próximo 4 de enero.
"No cabe duda de que su estética contiene una mística de la belleza. En sus obras dialogan el volumen, la luz, la materia y el movimiento, de dibujar en el espacio, de crear volumen a partir del vacío", describe la comisaria Alicia Ventura.