Daniel Nyström transita constantemente entre los límites del arte contemporáneo, el diseño, la arquitectura y el textil. Lejos de ser problemático, Nyström ha utilizado la ambigüedad y los límites intangibles de estas disciplinas para producir un trabajo que puede abarcar un amplio número de audiencias y herencias; cuestionando los límites de la propia sociedad contemporánea.

Nacido en Kungälv, Suecia, pero radicado en Villa de Leyva, Colombia; Nyström siempre ha estado en contacto con la industria creativa y el mundo del arte. Su madre, artista, y su padre, galerista, siempre le inculcaron la necesidad de superar los límites de la creatividad. Quizás este sentimiento tan profundo y muy temprano de no tener límites entre prácticas, es lo que hace que su obra sea especial y tan multidisciplinar.

Su cuerpo de trabajo; en lugar de ser definible geográfica o contextualmente, está marcado por una característica humana general: la experimentación. El uso del fuego, casi transversal en su obra, tiene un componente de universalidad como ningún otro. Y la reunión de una enorme diversidad de materiales que confluyen en sus piezas, y la incorporación de técnicas de ciertas regiones y comunidades, hacen de la obra dos cosas a la vez: local en su técnica, pero profundamente universal en su esencia.